La plaza Navona (Piazza Navona en italiano) es uno de los espacios urbanos más destacados de Roma, que reúne esculturas, fuentes y edificios de gran valor artístico y supone un centro de la vida social, cultural y turística de la ciudad. Este espacio ha constituido un emplazamiento de importancia desde la Antigua Roma, en la que se levantaba allí un estadio para competiciones deportivas y combates de gladiadores.
La plaza se levanta sobre el que fue el Stadium de Domiciano, construido en el año 85 y restaurado en época del emperador Alejandro Severo en el siglo III, donde los romanos acudían a ver los agones («juegos»). El estadio se conocía como Circus Agonalis y se cree que con el tiempo el nombre cambió de in agone a navone y más tarde a navona.
El elemento más destacado de la plaza son las tres grandes fuentes con ricas creaciones escultóricas que se levantan a lo largo de la misma, la más importante es la Fuente de los Cuatro Ríos (Fontana dei Quattro Fiumi) situada en el centro y que data de época barroca. Las otras dos fuentes se encuentran en los extremos de la plaza, en la zona norte, la Fontana di Nettuno (1574), proyectada por Giacomo della Porta, aunque las estatuas de Neptuno y las nereidas datan del siglo XIX y en el extremo sur, la Fontana del Moro (1576), diseñada también por della Porta y a la que posteriormente se añadieron el moro y el delfín, que fueron realizados por Bernini.
La escultura de la Fuente de los Cuatro Ríos fue ideada y cincelada por el escultor, arquitecto y pintor Gian Lorenzo Bernini en 1651 bajo el papado de Inocencio X, en plena época barroca, durante el periodo más prolífico del genial artista y cerca de la que en otro tiempo fue la iglesia de Santiago de los Españoles.
La fuente se compone de una base formada de una gran piscina elíptica, coronada en su centro de una gran mole de mármol, sobre la cual se eleva un obelisco egipcio de época romana, el obelisco de Domiciano.
Las estatuas que componen la fuente tienen unas dimensiones mayores que en la realidad y son alegorías de los cuatro ríos principales del mundo (el Nilo, el Ganges, el Danubio, y el Río de la Plata), cada uno de ellos en los continentes conocidos en la época. En la fuente cada uno de estos ríos está representado por un gigante de mármol.